Pinkprint 04: El Cohete de Maslow



El éxito en el lanzamiento de una idea, proyecto o campaña está supeditado a la motivación escalada de su público para atender, aceptar, conectar, reconocer y promover la iniciativa.

Pero previo al éxito del lanzamiento está la viabilidad del propio lanzamiento y esta depende de la satisfacción de una serie de necesidades que presenta el proyecto a lanzar y que constituyen una lista de objetivos a cumplir: supervivencia, resiliencia, identificación, prestigio y valor añadido.

Perdiendo el control

Cuando lanzas tanto un cohete como una campaña o un tuit, dejas de estar al mando y el lanzamiento adquiere vida propia.

Michael P. Anderson, uno de los astronautas fallecidos a solo 16 minutos de aterrizar en la tragedia del transbordador Columbia de 1981 decía que en cuanto lanzas el cohete dejas de pilotar para pasar a aguantar.

Como piloto de varias campañas de publicidad y acciones de comunicación me he estrellado algunas veces. Y muy pocas de ellas por falta de previsión o exceso de confianza.
Por ello me reafirmo en el uso de métodos y protocolos como el ya publicado en “Ese dedooo…”, basado en el libro de Paolo Legrenzi, o en este “checklist” que llamo “Cohete de Maslow”.

Como en la pirámide motivacional de las necesidades humanas que ideó Abraham Maslow, cada nivel de este listado de cinco pasos, una vez satisfecho, permite e impulsa la consecución del siguiente.

Imaginémoslo como un cohete que tiene tres cuerpos: tanques de propulsión, sistema de guía y módulo de habitabilidad. Tres partes con tres funciones que cumplir: despegar, viajar a su destino y una vez llegado, permanecer hasta cumplir la totalidad de la misión.

5, 4, 3, 2, 1….

FASE A: El lanzamiento
Para propulsarlo y que despegue necesitamos un combustible que no es otro que el de saber que lo hemos diseñado, equipado y orientado de manera correcta para que supere la fase de lanzamiento.

>>==> 1.- Supervivencia
El primero de los requisitos a cumplir es el de sobrevivir al lanzamiento: ¿cumplirá con el cometido, las directrices y los mandatorios?, ¿se ajusta al presupuesto? ¿es comprensible? ¿dirige la comunicación a su público específico? ¿invita a la acción? ¿es flexible, escalable o se adaptará a los cambios?

FASE B: el viaje

El cohete ya está en marcha. La misión está en curso y durante su viaje se están produciendo interacciones con el entorno: fricciones y obstáculos que superar, colisiones que evitar…

>>==> 2.- Resiliencia
El segundo es el de su capacidad de absorción o aguante contra los embates de la crítica, la indiferencia y el paso del tiempo: lo que presentamos ¿es criticable? ¿reprobable o reprochable? ¿es ridiculizable? ¿permitirá a otros denostarlo como plataforma para sus propios intereses? ¿generará polémica? ¿ocasionará perjuicios?

Durante el viaje es importante comprobar que el rumbo no se altera más allá de lo previsto, es decir haber hecho el viaje antes de viajar y conocer las etapas a cumplir para no apartarnos del camino que nos mantiene alineados con nuestro destino

>>==> 3.- Identificación
Un tercer condicionante es su capacidad de estar alineado con las necesidades, intereses o expectativas de su público o sus clientes potenciales: ¿hay puntos de afinidad? ¿conectará con ellos? ¿conseguirá la suspensión momentánea de su indiferencia o de su suspicacia? ¿se identificarán con la propuesta? ¿es capaz de persuadir? ¿cambiaría actitudes a su favor?

El destino está cerca pero ya hemos previsto si hemos de aterrizar, amerizar, alunizar o mantenernos en una órbita estacionaria ¿caeremos bien? ¿justo donde y como queríamos?. Si hemos revisado previamente el siguiente requisito no la pifiaremos al final y seguiremos gozando de confianza para seguir haciendo lanzamientos.

>>==> 4.- Prestigio
El penúltimo de los condicionantes es el que anticipa en qué lugar vamos a quedar. ¿Qué imagen proyectará? ¿estará a la altura de la marca? ¿estará a la altura de mi empresa? ¿estará la altura de lo que quiero ser y mostrar de mi mismo como responsable del proyecto?

FASE C: la estación

Hemos llegado para quedarnos. Hemos establecido una base. Nos guste o no vamos a cambiar el entorno; puede que por poco tiempo y que se nos olvide pronto, que pasemos por las vidas de los demás sin pena ni gloria. Pero también puede que con nuestra llegada cambien las cosas y que sirva para algo; que sirva para mejor…

>>==> 5.- Valor añadido

El último de los requisitos a prever es el de la calidad de la permanencia. Nuestra acción, empresa o campaña ¿será recordada?, ¿reúne las condiciones para ser viralizada? Si se diera el caso ¿se le reconocería algún mérito? ¿resultaría premiada? Y lo más importante ¿aporta valor a la sociedad? ¿cuál? o mejor ¿cuáles?


Hacia el infinito y más allá... pero con estilo

Cuando Elon Musk decidió enviar su cohete rumbo a Marte quiso hacerlo de manera diferente; en lugar de poner un objeto inerte y aburrido a bordo lanzó algo vivo y con mensaje: su propio coche, un Tesla Roadster rojo. Y de paso se propuso hacernos soñar con la experiencia de conducción definitiva: llevar un deportivo rojo desde la Tierra hasta Marte y más allá.



Para Elon Musk la perspectiva de poner en órbita un maniquí de astronauta es mucho menos atractiva y aspiracional que lanzarlo al volante de un descapotable. Una visión digna de una novela o de una canción inolvidable. Y es que de visiones se nutren las motivaciones que devienen en acciones. De mirar más allá. De incluir en los mandatorios, o mejor aún, de empezar por el 5º punto de este "Cohete de Maslow". De aplicar el efecto Shinkansen, proponerse metas imposibles y visualizarlas cumplidas mucho antes de empezar la cuenta atrás y de asegurarse de que hemos planificado y realizado todo lo posible para hacerlas realidad.

¡SuS!

CREDITOS

La Pirámide de Maslow

TIPOGRAFÍAS
Textos: DK Orangerie. David Kerkoff  hanodedfonts.com
Preguntas: Moonflower. Denise Bentulan  douxiegirl.com

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